"El necesario estado de la cuestión", Enrique García Fuentes reseña en Trazos (Hoy) 'Los últimos del Oeste'

 


El necesario estado de la cuestión

He aquí una antología que rompe el tópico de que toda selección está hecha para incordiar. Lo digo porque, desde el primer momento, sin ni siquiera llegar a entrar en el prólogo que la justifica, el lector más o menos asiduo, el conocedor experto, y hasta el ávido por estar al tanto, con solo mirar el elenco que la constituye deduce su razonamiento previo, su selección ajustada y la casi completa certeza de que allí no falta nadie. Todos contentos.

            La editorial hispano-chilena RIL lleva ya unos años editando profusamente a autores extremeños en su catálogo: Pérez Walias, Sandra Benito, Daniel Casado y un largo etcétera. Se nota allí la mano de un poeta segedano como Paco Najarro (justamente acogido, por cierto en la nómina elegida), preocupado por estar al tanto y, lo que es más importante, dar a conocer lo que se está cociendo en esta “esquina viva”, que ahora, gracias, primero a Pureza Canelo y ahora a Dionisio López, que ha adaptado muy sabiamente el nombre para caracterizar su empeño, llamamos “Oeste”. Pese a sus evidentes juegos semánticos implícitos, el título de nuestra obra de hoy se ha preocupado por no dejar lugar a dudas: Los últimos del Oeste. Poetas extremeños del siglo XXI (Una poética inexistente). Tratar un ejercicio de dilucidación del mismo ya me da casi para completar esta reseña. Pocas veces un título ha sido mejor resumen de lo que contiene, pero, por si acaso, en las extensas, pero ajustadas explicaciones que ofrece Dionisio López para justificar su elección (como si hiciera falta) no hace sino desarrollar los conceptos que compendia el atinado marbete elegido y, como todo cuanto dice se ajusta a una realidad que no tiene vuelta de hoja, hay que ponerse muy quisquilloso para que no los demos por válidos.

            ¿Hacía falta una antología de lo que se anda cociendo en la poesía extremeña última? Quien firma considera que sí. DL remata su exordio citando las antologías que se han llevado a cabo del asunto, y si el lector observa, de la “generación” que propone la que analizamos hoy hay otras dos muy parecidas. Sin embargo, frente a la valiente intuición de la que se valió Daniel Casado para su Piedra de toque. 15 poetas emergentes en Extremadura o el poco acertado marbete que eligió Víctor Peña Dacosta para la suya (Diáspora. Poetas extremeños en el “exilio”) DL juega con cartas marcadas: su antología es, sin duda, una “antología consultada”, avalada por la fehaciente publicación –en editoriales de notoriedad dentro y fuera de nuestra región- de la totalidad de quienes la componen. En el menos favorable caso para ellas (si es que aquí se quisiese fomentar la rivalidad) solo cabría decir que una y otras se necesitan, se complementan. Para su selección, el editor repite varias veces que ha procedido de acuerdo con su condición de lector de poesía, pero López es también profesor de instituto y, como tal, obligado –como lo estamos todos- a procurar coordenadas que sitúen para su estudio correcto la inacabable nómina de poetas que por aquí pululan. Por lo demás, hay una incuestionable verdad que no escapa a ningún lector o estudioso de nuestra poesía, y es la gozosa pervivencia creativa de hasta cuatro generaciones de creadores: los de en torno al 75 (Pureza, Zambrano, Ramírez Lozano), la central y proyectante de finales de los 80 (Valverde, Basilio, Walias, Ada…), la del cambio de siglo (Sáez, Cumbreño, Rodríguez Marcos…) y esta que aquí se recoge, ya con suficiente obra editada –casi setenta títulos entre ellos, y sumando- a la que ya le tocaba ir ocupando su nicho (y mil perdones por lo mal que suena la expresión). López elige como premisa para su ordenación la primera publicación “seria” (y en editorial de prestigio, nada de autoediciones ni de “internetadas”, ya lo dije arriba) de cada uno de los escogidos, todos ya en el siglo XXI.

La bien cuidada edición se presenta envuelta en una atrayente portada, un cuadro de José Saborit que hace referencia al perro semihundido de Goya, que López usa como motivo en “El salvaje Oeste” el prólogo que coloca, de clara connotación cinematográfica. Lo más destacado de su bien ponderado contenido es la puesta de relieve de las evidentes diferencias entre unos y otros de los reunidos, lo que explica lo de la “poética inexistente”, pero esto es algo muy normal para ese maldito concepto de “generación” que aquí conscientemente se escamotea. Tras pasar revista somera a las más o menos sostenidas corrientes poéticas en España desde los años 70 (de la Experiencia, del Silencio, de la Incertidumbre, del Malestar, del Fragmento, etc.) dedica una pormenorizada atención (a veces excesivamente entregada) a todos y cada uno de los integrantes.

¿Pegas? Siempre se puede decir que de los veintitrés seleccionados solo hay tres mujeres, pero yo no me voy a meter en ese berenjenal ahora. Y, de verdad, salvo Irene Reveriego –que, por lo demás, solo ha publicado un librito hasta le fecha- no se me ocurre ninguna más digna de figurar. ¿Cabrían más poetas todavía? A lo mejor; el prólogo aparece firmado a finales de 2023; a lo mejor podría haber entrado Ángel Borreguero, o Iván Hernández Monterio, pero le ocurre lo mismo que a Irene;en fin, tiempo habrá. Ya llegarán siguientes ediciones corregidas (muchos llevan mucho tiempo sin publicar) y aumentadas. Hay material suficiente y, desde luego, son todos los que están. Que cada uno elija, llegado el caso. Yo creo que todos valen la pena. 

 

ENRIQUE GARCÍA FUENTES, Trazos, Diario HOY, 21 de junio de 2025.

 

Dionisio López (editor), Los últimos del Oeste. Poetas extremeños del siglo XXI (Una poética inexistente). RIL editores, 2025.


Reseña original

Comentarios

Entradas populares de este blog

Cristina Núñez sobre 'Los últimos del Oeste' (Cáceres, 14/10/2025)

Reseño 'Lecturas a poniente' de Álvaro Valverde